La fabricación de cerveza produce varios productos aptos para la alimentación animal, uno de los cuales es la levadura de cerveza para piensos. La germinación de la cebada cervecera produce malta, y una parte importante del almidón se transforma en azúcares de malta. De la mezcla de malta se eliminan los componentes solubles. El agua rica en azúcares, llamada mosto, se inocula con levaduras que convierten los hidratos de carbono presentes en alcohol. Durante y después del proceso de fermentación, las células de levadura se separan de la "cerveza joven". Parte de esto se comercializa como alimento húmedo y se denomina levadura de cerveza. El contenido de proteínas depende del proceso de elaboración de la cerveza.

El bagazo de cerveza es un subproducto de la fabricación de cerveza. Mayoritariamente sólido, el bagazo se obtiene tras la producción y filtración del mosto. Está compuesto principalmente por los granos de la malta (cebada). El bagazo tiene un buen contenido de fibra, lo que los hace útiles como un sustituto de forraje cuando se alimentan en niveles altos, especialmente si hay escasez o si el forraje es costoso. Cuando se alimentan a tasas más bajas, siguen siendo una contribución proteica muy rentable a las dietas del ganado. Están disponibles durante todo el año gracias a numerosas fábricas ubicadas en España.

El bagazo de cerveza es un subproducto de la fabricación de cerveza. Mayoritariamente sólido, el bagazo se obtiene tras la producción y filtración del mosto. Está compuesto principalmente por los granos de la malta (cebada). El bagazo tiene un buen contenido de fibra. Cuando se alimentan a tasas más bajas, siguen siendo una contribución proteica muy rentable a las dietas del ganado. Están disponibles durante todo el año gracias a numerosas fábricas ubicadas en España.

El bagazo de cerveza es un subproducto de la fabricación de cerveza. Mayoritariamente sólido, el bagazo se obtiene tras la producción y filtración del mosto. Está compuesto principalmente por los granos de la malta (cebada). El bagazo tiene un buen contenido de fibra, lo que los hace útiles como un sustituto de forraje cuando se alimentan en niveles altos, especialmente si hay escasez o si el forraje es costoso. Cuando se alimentan a tasas más bajas, siguen siendo una contribución proteica muy rentable a las dietas del ganado. Están disponibles durante todo el año gracias a numerosas fábricas ubicadas en España.